Echando de menos… el Carnaval

GETAFE/Cultura (24/02/2021) –  Ni las plañideras han podido llorar a su sardina, ni las murgas sacarnos una carcajada con sus ocurrentes letras, ni tan siquiera ha habido desfile de disfraces. La nostalgia y la tristeza se han apoderado de las agrupaciones que tradicionalmente siempre están presentes en el Carnaval getafeño. Vendrán tiempos mejores. Mientras llegan, la música, las anécdotas y las fotografías siempre son otras opciones para sacarnos una sonrisa…,porque como dice la canción: “La vida es una hermosura y hay que vivirla”.

El Carnaval del pasado año fue la última celebración multitudinaria en la que pudieron participar los getafenses. Días más tarde el coronavirus irrumpió en nuestras vidas y una pandemia mundial hizo el resto. Mascarillas, confinamientos y el distanciamiento social nos acompañan desde entonces. “Este año nos hemos quedado sin Carnaval. Y estamos tristes”. Como expone Fernando Rico, presidente de la Asociación Cultural Amauta “hay que mantenerse a cubierto hasta que lleguen días mejores”. Para sobrellevar estos tiempos grises, Rico cuenta con decenas de anécdotas que se fueron sucediendo a lo largo de los cerca de 30años que Amauta lleva participando en los desfiles locales.

«Hace como tres décadas nos disfrazamos de cowboys”. Como buenos vaqueros no les faltaron los caballos. “Nuestra sorpresa llegó cuando varios agentes de la Policía municipal se personaron en nuestro local, antes del desfile, para escoltar a nuestros animales. Cuando repararon en que los equinos eran palos de escoba y que todo había sido una mal entendido no podíamos parar de reír”, recuerda. “El año de los soldados también fue muy gracioso”. Quisieron reproducir tan fidedignamente los uniformes militares que se pegaron a las suelas de sus botas unas plataformas. “Imagínate como hicimos el recorrido…, dejémoslo en que los pasitos eran cortos”.

 

No a la guerra

Tantos años de Carnaval han dado para muchas imágenes grabadas en nuestras retinas. El 2003 fue el año de No a la Guerra. Estas pegatinas corrieron como la pólvora entre los participantes del desfile que no duraron en pegarlas sobre sus disfraces. Hasta Alaska lució una de ellas en el tradicional concierto de Carnaval, sobre la parte delantera de sus braguitas. Incluso, el cartel de entrada a la ciudad, frente a la Base Aérea, en el que podía leerse Bienvenido a Getafe, Cuna de la Aviación Española fue modificado con una pegatina que atribuyó a la ciudad el ser la Cuna de la Paz.

Y si algo caracteriza al Carnaval getafeño es su carácter reivindicativo. Y de eso saben mucho otra de las agrupaciones más longevas que participan en la fiesta de Don Carnal y Doña Cuaresma, la Peña Pceros. Su presidente y fundador, Isidro Hernández, recuerda con nostalgia las tardes que pasaban las mujeres en el local preparando los trajes. “Era la salsa del Carnaval. Comprar las telas, cortarlas, coserlas, las pruebas finales… Se lo curraban y mucho para que todos disfrutáramos después del desfile. Y hubo años con polémica. Como en el que sacamos una pancarta con el Sí al aborto. Como ellos, los jóvenes de la alhóndiga reivindicaron una biblioteca para el barrio. Y al final llegó. Mítica es también esa taza de wc con ruedas en la que el entonces alcalde por el PP, Juan Soler, aparecía representado dando las gracias por haberle votado.

 

El Vampiro

El Carnaval getafeño no solo es reivindicativo. También es solidario. ¿Recordáis el desfile El Vampiro? Se trataba de convocar a todas las Murgas en la plaza de la Constitución para ir andando hasta el Hospital universitario de Getafe a donar sangre. “Sería bonito recuperar esa tradición tan solidaria”.

Y si hablamos de las murgas y chirigotas de nuestro Carnaval pronto nos viene a la cabeza un nombre: Juan Diego Bueno. Un maestro de ceremonias sensacional que hace unos días hacía esta reflexión: “Pasando por el Carnaval me hadado por hacer memoria. Sin contar los años con la agrupación de teatro Al Albay el grupo Amauta Folk he querido recordar las 24chirigotas que han pasado por mis manos con la agrupación Flamenca Iérbola desde el año 2006. 24 partos sin epidural, 24 retoños que me regalaron noches en vela, 24 mundos donde nos perdimos, 24 calendarios llenos de días marcados, 24 locuras ¡Benditas locuras!”. Larga vida al Carnaval. Si puede ser transgresor y crítico, mejor